jueves, agosto 12, 2004

I think about you way more than I like.

Ana es como usar agua de la llave en lugar de agua destilada para una relación. says:

hoy te vi caminando por ahí y pensé: es una idiotez que le grite porque no va a escuchar, debe de estar muy escondida adentro de ella, así como a mí me pasa la mayoría de las veces y entonces, como impulso, grité "beatriz" y me reí, porque mi hipótesis resultó ser positiva.

nahui ("pa pa-pa paaa, who loves the sun?") says:

heheh, perdón.

Ana es como usar agua de la llave en lugar de agua destilada para una relación. says:

no hay problema... me hiciste reir sin hacer nada

~

de repente me pongo a pensar en como me pongo a recordar y me doy algo de asco. me parece que me ahogo en una nostalgia falsa por la igualmente falsa felicidad de prepa. sí, sí, todo muy cliché. excepto que creo que realmente era feliz, que hacía lo que quería, que estaba rodeada de gente que quería, viviendo tiempo que quería. leí mucho, hablé mucho, pensé mucho, sentí mucho.

en realidad no quería ni quiero nada más.

so, si la felicidad no era falsa, creo que la nostalgia tampoco lo es (es linda, creo que es mi tipo de tristeza favorita). ergo la subsecuente cursilería.

era chido. no tenía que preocuparme por ser pretensiosa, nadie me juzgaría por ello, porque nadie se lo tomaba en serio. ni siquiera yo. era un chiste. era la más cruel (y por tanto la más superflua) de las autocríticas. podía reirme plácidamente de mis propios defectos sin la menor intencion ni necesidad de corregirlos. sólo quería saber. y creo que todos los que me rodeaban también. eramos arrogantes porque todavía no habíamos sufrido por ello, decíamos que no nos importaba (ese nosotros es en realidad un yo, por supuesto). ahora todo es más fácil, menos frenético, menos variado. y extraño la física, el cálculo, TOK y ver Dr. Strangelove en clase de historia. extraño andar por leones y gonzalitos con una llanta rota y una balanza de resorte. extraño medir mi peso en newtons. extraño colgarme del tubo de los toldos. extraño sentarme a comer con Ana y José Antonio, y pensar ficciones simples y hablar de lo egocentrista de Berkley.

y en realidad sigo haciendo el mismo tipo de cosas que hacía entonces. sólo que con otras personas -chidísimas in their own right, pero otras. inevitablemente otras.

o tal ves si es un poco evitable. de repente todavía se asoman por ahí algunos de mis old war buddies:

estoy tomando análisis con una amiga de mi ex (quien sigue rondando los alrededores regios, hasta donde sé...) me encontré a Jorge en la Feria Borrego y a Fede en el centro estudiantil durante el CIH; me acabo de enterar que Ana Patiño se cambió a RI (lo cual no me sorprende). José Antonio me abrazó a mitad de la puerta de Centrales, justo en el momento y lugar en qué más estorbabamos. Ana me gritó en un pasillo. Lucio se paró a platicar conmigo en la barra de ensaladas de Centrales. y detrás de la silla en la que me paro para poner la vitrina, volteo y veo dos caritas risueñas y oigo una voz familiar. "qué chiquita eres." al día siguiente, un "hey, Beatrix Kiddo!" gritado desde lejos, rápido, en el pasillo de biblioteca.

alquien dígame por qué he dejado ir a estas personas. yo realmente no sé. al menos ellas todavía no terminan de soltarme. y eso es chido.

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