martes, septiembre 28, 2004

we are nothing.

but I, I'm a believer. well, that's not really true. I'm more of a make-believer. it sort of adds up to the same thing.

trinidad: teología, ontología, epistemología.


teología. siempre batallo llamándome atea. no porque se me haga tan dramático, to be one of the godless, a pesar de que siempre me trae a la mente torcidas imágenes de cultos pseudo-paganos tecnificados medio sacados de novela cyberpunk (otro nombre que siempre me ha hecho mucho ruido).

no. mis peleas con el término tienen otro orígen. a ser tratado más adelante.

en este momento, baste decir que, terminología aparte, llevo diecinueve años de vivir sin dios, y los últimos cuatro de vivr conciencia de que siempre he vivido sin dios. soy atea.

ontología. creo (que verbo tan pinchemente cargado, nunca lo puedo usar inocentemente... es como cuando te das cuenta de tus propios albures no intencionales) que no soy atea como normalmente se entiende la palabra, ni siquiera como la mayoría de los ateos entienden la palabra.

la mayoría de los que conozco creen que dios no existe. yo no creo que exista. explicitemos esto hasta el cansansio. ellos creen en no-dios. yo no. yo no-creo. no niego a dios sino a la creencia en él (si se me perdona el occidentalismo).

es por eso que dios existe, aunque yo no crea en él. yo no podría decir eso si él no deambulara por ahí en algún lado en alguna forma. no como una entidad única o un colectivo super- o todopoderoso, pero como la idea de que tal cosa es posible, real, o deseable. existe, aunque no sea o siquiera esté.

yo niego la creencia. no lo niego a él. él podría andar por ahí todopoderoseando, por todo lo que yo sé. que no es nada.

epistemología. "entonces no eres atea, sino agnóstica."

no.

en uso popular, agnóstico se ha vuelto casi un equivalente teológico al "indeciso" en las encuestas electorales. ese uso me parece cobarde. hacemos afirmaciones sólidas y concretas sobre cosas inconocibles todo el tiempo. y muchas, muchas veces, hasta nos jalan bien. el término es más complejo que eso. un agnóstico en serio cree que dios y lo divino son inconocibles. por tanto, su existencia misma es inconocible (indecible, en términos matemáticos). no se puede saber. no dependas de ella.

eso es lo que yo sostengo con respecto a la Verdad, y su hermanita con minúscula. en cuanto a dios, el asunto es mucho más sencillo: no creo. en esto, como en toda otra verdad que sostengo, estoy tanteando en una albreca de pelotas a oscuras, básicamente adivinando que la pelota que agarré es la correcta. esto es tan cierto de mi ateismo como de mi gramática.

(también es la explicación filo-sófica [por tanto falsa] de mucha de mi actitud. si todo lo que creo, pienso, conozco y sé está muy probablemente equivocado. si soy igualmente falible en las cuestiones en las que estoy segura que en las que no, entonces bien puedo estar segura de todo lo que creo, pienso, conozco y sé. y esto no es una excusa, sigo esperando que me me mienten la madre cuando sea necesario.)

el argumento que sigue a todo esto es que no se puede no-creer. yo no sé si se pueda o no, sé que yo no lo hago. ¿en que creo, entonces? en muchas cosas. interprétense los links al gusto.

sábado, septiembre 25, 2004

the rain followed you to bed and soaked the sheets through.

si. otro. porque ahorita tengo tiempo y motiviación, y si no luego se olvidan que ando por acá.

ha estado lloviendo, no sé si lo han notado. y me he estado mojando, como cualquiera que haya estado presente cuando me quejo también lo ha notado. hoy estuve esperando a mi madre bajo el techo del pasillo del borrego, hablando a la casa por celular como maniática (resultó que el teléfono estaba mal colgado), atrincherada detrás del frente, de las terribles y sangrientas batallas de las gotas en contra del suelo. me sentía niña de novela inglesa triste. o peor, algo así como mi entrañable niña de tren al sur. eso es perturbador.

(había un juego en la tele, pero lo apagué porque estaba arruinando mi atmósfera narrativa. no puedo ser un personaje ficticio si los comentaristas se la pasan interrumpiéndome.)

me subo al carro con los tobillos helados, envueltos en la mesclilla empapada de agua que trepa, mis pies calientítos dentro de mis zapatos (tengo que re-aislar a mis tenis favoritos, mis antes falsamente desgastados tenis argentinos que ahora lo están en serio). me imagino con wellies, y la ficción del niño inglés ignorado por sus padres vuelve con más fuerza.

llego a la casa, y una vez tiradas mis cosas por el suelo y re-tendida mi cama (tengo que tenderla a mi gusto antes de acostarme, es mi obsesión-compulsión) prendo la compu y me encuentro con que shuffle de qcd me regala pura música de lluvia. tengo demasiada música de lluvia, considerando que no me gusta la lluvia. bueno, mejor dicho no me gusta esta lluvia. me gusta la lluvia de tormenta y sol, la que tiene trueno y arcoiris. la bruma-nube-gris sólo me pone en este inexplicable estado anímico del que salió tren al sur, una versión más triste de aquel mundito guardado que alguna vez me atacó caminando. no sé. tal vez simplemente no me ajusto.

el punto es que el shuffle de qcd me puso primero a Aveo, luego a Kissing Book, a The Decemberists, y hasta decidió rematar con April Skies de The Jesus & Mary Chain. ¿qué puede hacer uno en contra de su música? supongo que alguien en algún lado podrá hacer algo, pero reitero que no me gustaría ser esa persona. es una adicción dulce y hasta eso bastante benigna. así quién no quiere cancer.

el momento estuvo ideal para una larga siesta fresca (demasiado fresca para ser fresca, en realidad, pero no lo suficiente cortante para ser fría), mientras la piel de mis piernas regresa a la vida en callado crecendo y siento como la música se me tatúa por el cuello.

two revolutions of the wheel from Java to Geneva run.

hace ya un buen rato, creo que un par de días antes del puente, aproveche que el destino y las fallas mecánicas del expreso me dejo deambulando por el espacio arquitectónico/cultural conocido como "Plaza Fiesta". observaciones generales:
  • las chavitas anoréxicas fashion de quince años son perturbadoras. se trepan en stilettos puntiagudos sin conciencia de lo malamente ochenteras que se ven y de las enormes probabilidades que tienen de matarse Happy-Tree-Friendescamente en las escaleras eléctricas. fun!
  • las señoras cuarentonas que se sienten chavitas anoréxicas fashion de quince años son perturbadoras por las razones antes mencionadas con el agravante añadido del terrible ridículo que hacen al tratar de imitar algo ridículo.
  • extraño los días en que las chavas de las tiendas te ignoraban con desprecio. aprovechando el tiempo y mis últimos treinta pesos, decidí ya reemplazar mi esmalte de uñas negro, barato y básicamente transparente, por uno que jalara mejor. (la marca que tenía antes era chida. tenía buen color y el tono negro se llamaba "duh". pero no he vuelto a encontrar esa marca. el punto es que necesitaba esmalte de uñas negro). entré a Linda y fui rápidamente asediada por una vendedora solícita y sobre-agresiva, cuyo "¿en qué puedo ayudarla?" sonaba más a amenaza que a otra cosa. le pregunté si tenía esmalte negro. me dijo que sí, me dirigió al anaquel apropiado, buscó el frasquito mientras me contaba las bondades del color, y mientras me arriaba hacia la caja, me dice: "también tenemos lipstick y sombra negra." yo visto: mis huaraches romanos. mi falda rosa. camiseta blanca. morral naranja. sin maquillar. respuestas automáticas de mi cerebro:
      1. "no es disfraz, wey."
      2. "wrong subculture, darling."
      3. "¿y base negra no?"

    pero sólo dije: "no, sólo el esmalte, gracias." pagué, y me fui. acabo de utilizarlo por primera vez. al menos no es transparente. ¿qué chingados tendré que hacer cuando deba reemplazar mi esmalte naranja?
~

Valdivia tira. tengo sus traducciones de poesía canadiense y tengo la tinta medio corrida de su firma en el libro. tengo su tarjeta en mi recién recuperada cartera, y voy a pedirle mi carta astral. su conferencia estuvo genial (aunque ahora el nombre Rimbaud me causa algo de preocupación: me quedan tres meses para revolucionar las letras). las dos comidas que tuvimos con él estuvieron chidas. el juego de turista y el boliche-que-no-existe también estuvieron con madre. qué persona tan más chida...

lunes, septiembre 20, 2004

before the church, before the people, we had a feeling something was lost.

ya no tengo cabello. el viernes en la mañana, sin ninguna piedad, mis chinos fueron separados de mí.

my regular queen changed jobs and didn't tell me y la chava que tomó su lugar simplemente no supo qué hacer. abajo y atrás está bien, masomenos. pero se llevo todos los chinitos de alrededor de mi cara, y me dejó largos los mechones que nunca se me acomodan. no caí en cuenta de lo que estaba pasando hasta que sus tijeras estaban ya cercenando mi churrito favorito (todavía no sé como reemplazar el vicio de enrollarmelo en el dedo índice izquierdo). Se había llevado todo el lado izquierdo. no tenía sentido preservar el derecho. so I ended up with this accursed mom-cut.

no me avergüenza decir que lloré varias veces ese día. es la primera vez en toda mi pinche vida que no estoy contenta con como me veo. la primera.

por lo mismo, supongo, no sé que hacer. tratar de acomodármelo me da rabia, casi me dan ganas de arrancármelo. pensé en rapármelo. pero en lo que vuelve a crecer, éste mismo largo y forma será uno de los puntos intermedios, así que eso queda descartado. creo que sólo quiero que crezca. rápido.

hay quien me ha dicho que se me ve bien, con mayor y menor hipocresía. otros se dan cuenta de que no me gusta y sabiamente no comentan al respecto. según algunos, ya me acostumbraré y veré las bondades del pelo corto.

hay sólo una falla con esto último. yo ya tenía el pelo corto. cuando todavía no se ponía crecido y amorfo, no me llegaba ni a medio cuello. el frente ni a las orejas.

el problema con esto no es que sea más corto, sino que está corto y largo en los lugares equivocados. mi cráneo se ve distinto. mi cara se ve distinta. y no me gusta. perdí mi úno de mis atributos físicos más característicos. siento que me han privado de mi identidad, repentinamente y a la fuerza.

no es que ya no sea quien era. es que ya no se nota quien soy.

si me disculpan, voy a sentarme a ver mi cabello crecer por los próximos dos meses. deseenme suerte.

jueves, septiembre 16, 2004

oh, first up signify.

polisemia mini-ficticia: yo soy yo y mis ojos mis pies y mis oídos.

hay un gusano en África. los msoquitos lo llevan de persona a persona y el parásito vive y se mueve en tu sangre. te deja ciego. te endurece la piel hasta que está seca y escamosa como la de reptil, y tus ojos se quedan secos y vacíos. hay un gusano en México. vive en la tierra y se mete a ti por su propia cuenta. perfora tu piel, se mete en tu sangre y te deja ciego. no recuerdo en dónde vive ni recuerdo a que grupo indígena le sucede, pero solo le pasa a las mujeres. por tradición cultural, ellas andan descalzas y los hombres no. los gusanos entran por las plantas de sus pies. con los hombres, el gusano solo se encuentra con zapato.

pies. pies, pasos, chanclas, falanges, tarso y metatarso, punta, talon, músculos tendones, pies. pies pequeños con empeine alto y la piel más insensible de mi cuerpo. alguna vez alguna ancestra mía caminó por la savana africana, kilómetros y kilómetros, entonces, cuando solo se podían medir como los pasos de gigantes. y ahora ¿qué chingados hacemos? construimos casas y ciudades y carros y ya nadie camina jornadas interminables. creo que dentro de todo, las burlas de Joserra aside, sería buena nómada. mis pies quieren hacer mas y conozco bien el brillo mis pómulos relfejando al sol.

odiaría tener que quedarme inmóvil (mi abuelo con su cama de hospital, su silla de ruedas, su grúa y su cadera rota hacen esa amenaza muy pero muy real). y odiaría quedarme ciega (es más, odiaría tener la visión veinte-doscientos de Sean). sobre todo, sin embargo, odiaría quedarme sorda. y creo que todos sabemos por qué.

domingo, septiembre 12, 2004

oh, warfarin' terrapin, unconfined, undesigned, undersigned, bantering

vino mi padre. y se fue mi padre. y no nos gritamos pero no nos hablamos tanto tampoco. fue todo muy torpe, muy incómodo, muy tentativo. no sé. no me agradó. no me desagradó tampoco.

eso es lo peor, creo. que no fue nada.

~
fuimos al museo de historia mexicana. entre los maniquíes vestidos de huicholes, nahuas y mazatecos, enrte las chinas y las tehuanas, la púrpura y el azulañil, me acordé de la investigación que hicimos Issa y yo. me acordé de la blusa bordada de chaquira y canutillo que se ponía mi madre, del rebozo de mi abuela que me puse la noche mexicana, de las trenzas de mi madre -las largas que le cortaron de niña y las cortas que se hacía en la UNAM. Había punto de cruz para quedar ciego, colores para humillar pantallas de plasma, enredos, huipiles, enaguas, morrales (dioses, me encantan los morrales. conjugan mi previlección por adquirir mochilas con mi gusto por las artesanías. son el destilado de mis compras compulsivas), uno y otro quexquémetl, fajas, y todo era brillante y delicado y dificil. Mírame. míramemíramemírame, que soy mexicano y soy textil.

ahí fue dónde lo dije por primera vez y no me lo he podido sacar del cráneo desde entonces. De todos los paises sosos y grises, que son tantos, de todos ellos, vine a nacer en México. en una esdrújula que se escribe con x y que tiene selva y nieve y volcanes y playas y desiertos. en la tierra natal del chile y el chocolate y el aguacate y la piña. nací en un lugar dónde se tejen rebozos y se bordan huipiles. en un lugar donde un guatemalteco nacido en tegucigalpa se casa con una grinca de origen judío-libanés. en un lugar donde un caudillo le hace una ceremonia fúnebre a su pierna cercenada, en dónde los presidentes nos duran cuarenta y cinco minutos en el poder, y los partidos, setenta años.

estamos los jodidos, lo sé. pobres, hambrientos, caóticos, amenazados, fraccionados, inseguros, asediados, corruptos, abusados, muertos. pero muchos países sosos también. al menos nos salvamos de ese mal.

no importa cuándo me vaya a dónde, siempre estaré aquí.

jueves, septiembre 09, 2004

don't you know that the dirt's on fire 'round here?

en que se queja y dice obviedades.



señoras y señores (dígase, Susana). se llaman parciales y me están matando. me duele la cabeza, me duele la espalda, me duele el cuello, los ojos, los hombros, las muñecas... duelo. dueloduelodueloduelo. y todavía no terminan.

que conste que tomo este comentario como validación de mi instinto de procrastinator, y escribo este patético post en vez de hacer renacentistas. ahorrense los regaños. nunca hago las cosas hasta que tengo algo más importante/urgente que hacer.

lo cual es muy malo.

~

en que se lamenta de los tormentosos agüeros freudo-jungianos que la amenazan.



mi padre viene a visitarme el sábado.

esto es potencialmente Malo.

la última vez que vino mi padre, nos peleamos por cinco horas mientras el se ponía más borracho y másincoherente, y me contaba historias de terror sobre su vida sexual con mi madre. ich. ichichichich. todo esto porque le dije que debería dejar de fumar. y él; sí, sí, si me he de morir de algo, bien puede ser de esto. lo cual es lo que yo digo sobre el sodio en la coca y el colesterol en mi comida chatarra. pero yo no tengo cuarenta años de joder mis pulmones, ni un hermano muerto de enfisema, ni una hija de dos años a la que de por sí dejaré demasiado pronto.

(me pregunto como estarán los enanos. deben estar recién mudados a Guadalajara. el maldito de Arturo debe haberse ajustado bastante bien, pero los chiquitos deben estar desconcertados y Rodrigo debe andar medio solitario [sí de por sí]. debería visitarlo).

creo que soy el trauma más grande de mi padre (y eso es bastante si consideramos como era mi abuelo). creo que él necesita que lo necesite más de lo que yo lo neccesito. creo que no se da cuenta que eso sería cierto aun si no hubiera dejado de verme por cuatro años. creo que tiene expectativas muy poco realistas para mí. y creo que al mismo tiempo me menosprecia. creo que no me entiende y creo que no lo entiendo. creo que no lo quiero entender. porque me asusta tener que torcer tanto mi psique. y no tener que torcerla me asusta aun más.

y todo esto lo creo porque con mi padre no sé ni conozco nada. y él no se cansa de recordármelo.