domingo, septiembre 12, 2004

oh, warfarin' terrapin, unconfined, undesigned, undersigned, bantering

vino mi padre. y se fue mi padre. y no nos gritamos pero no nos hablamos tanto tampoco. fue todo muy torpe, muy incómodo, muy tentativo. no sé. no me agradó. no me desagradó tampoco.

eso es lo peor, creo. que no fue nada.

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fuimos al museo de historia mexicana. entre los maniquíes vestidos de huicholes, nahuas y mazatecos, enrte las chinas y las tehuanas, la púrpura y el azulañil, me acordé de la investigación que hicimos Issa y yo. me acordé de la blusa bordada de chaquira y canutillo que se ponía mi madre, del rebozo de mi abuela que me puse la noche mexicana, de las trenzas de mi madre -las largas que le cortaron de niña y las cortas que se hacía en la UNAM. Había punto de cruz para quedar ciego, colores para humillar pantallas de plasma, enredos, huipiles, enaguas, morrales (dioses, me encantan los morrales. conjugan mi previlección por adquirir mochilas con mi gusto por las artesanías. son el destilado de mis compras compulsivas), uno y otro quexquémetl, fajas, y todo era brillante y delicado y dificil. Mírame. míramemíramemírame, que soy mexicano y soy textil.

ahí fue dónde lo dije por primera vez y no me lo he podido sacar del cráneo desde entonces. De todos los paises sosos y grises, que son tantos, de todos ellos, vine a nacer en México. en una esdrújula que se escribe con x y que tiene selva y nieve y volcanes y playas y desiertos. en la tierra natal del chile y el chocolate y el aguacate y la piña. nací en un lugar dónde se tejen rebozos y se bordan huipiles. en un lugar donde un guatemalteco nacido en tegucigalpa se casa con una grinca de origen judío-libanés. en un lugar donde un caudillo le hace una ceremonia fúnebre a su pierna cercenada, en dónde los presidentes nos duran cuarenta y cinco minutos en el poder, y los partidos, setenta años.

estamos los jodidos, lo sé. pobres, hambrientos, caóticos, amenazados, fraccionados, inseguros, asediados, corruptos, abusados, muertos. pero muchos países sosos también. al menos nos salvamos de ese mal.

no importa cuándo me vaya a dónde, siempre estaré aquí.

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