miércoles, mayo 19, 2004

awake

uno cae en cuenta de que tan anormal es su vida cotidiana solamente al darse cuenta de qué tan poco lo extrañan las cosas extrañas. hoy me desperté a las cuatro de la tarde, y tras ligeros problemas de modem, pude hablar con Sean -friendly neighborhood crazy canadian- quien pasó quince minutos discutiendo seriamente la barbarie de la circuncisión antes de pasar uno de sus temas favoritos: armas. he'll pull a Columbine someday. y cuando lo haga, podré escribir articulos profundos y mordaces sobre la sociedad moderna para justificarlo, y Newsweek los publicará. como Marilyn Manson.

heh.

immediatamente después, comenzó su ponencia sobre la superioridad de los piratas ante los ninjas. ("they have HOOKS.")

juro que no sé dónde los encuentro.

he tenido dos revelaciones: a) los techos son analgésicos. b) las calles del centrito apestan. literalmente.

apenas van cinco horas de un día que probablemente durará hasta las cuatro de la madrugada. aaah, verano. pasé una de ellas caminando por las callezuelas desabridas del valle en busca de un elote de La Purísima. normalmente es agradable caminar por el centrito, por el atiborro sensiorial de cualquier zona comercial (y burlarme de los carros embotellados que van más lento que yo). pero había algo en el aire de hoy que olía a desperdicio químico, plastico quemado, o algo por el estilo. me mareé. casi me doy en la madre unas tres veces.

otras tres horas las pasé en el techo plano, blanco y polvoriento de mi humilde casa de loma. la vista es siempre muy chida, excepto por el sol. me encanta el sol, pero leer con su luz directa sobre la página duele. tuve que ponerme lentes oscuros -se siente muy raro leer con ellos. y se me marcaron los cordones de mis chanclas en el pie.

es bastante irreal. estar desnuda de techos y paredes, ser el objeto más alto en metros. es como estar fuera del mundo. nada nunca pasa ahí.

por fin logré bajar Estratexa.

Sean: I still haven't awaken yet

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