miércoles, junio 01, 2005

a door slammed close (it was open).

ayer al tratar de recolectar algo de sueño a las tres y cacho de la mañana, con el Popol Vuh en el buró y los audífonos puestos, me di cuenta de que había una luciérnaga en mi cuarto.

al principio, no pude interpretar la línea chueca de luz como salida de un National Geographic sobre relámpagos. una línea por el área oscura de mi escritorio. ni idea. otra por el área oscura de la puerta al jardín. tampoco.

luego apagó su lucecita y fue a escoderse a mis persianas, donde la volvió a prender. cuando vi el reflejo, como de luz de un faro deforme, esparcida por las horizontales de las persianas, me di cuenta de lo que era. ¡una luciérnaga! (O_O). dos nanosegundos de tener cinco años de nuevo. la vi brillar por las paredes otro par de veces antes de darme cuenta que ya no era él, sino mi celular anunciándome que se estaba cargando. la luciérnaga se había ido a ocultar al borde de la ventana.

primer pensamiento inconexo: pobre pendejo, está enamorado de mi celular.

segundo pensamiento inconexo: pobre pendejo, se lo van a comer mis ratas.

tercer pensamiento inconexo: ¿serán insectívoros?

cuarto pensamiento inconexo: ¿por qué tantos es peciales del Rey León en Disney Channel?

quinto pensamiento inconexo: perros del infierno, descontinuaron el cerleal de Timón y Pumba (que era muy rico). creo que debí habérmelo esperado, era dulce y venía endorsed by flavor-of-the-month characters...

sexto pensamiento inconexo: tantas cosas de mi infancia y de mi pseudo-infancia desaparecen... ¿qué haré el día que ya no oiga el jingle del Pollo Loco en el radio?

séptimo pensamiento inconexo: hey, para ahora Brunching Shuttlecocks también es una pseudo-childhood casualty... al menos todavía queda el Book of Ratings.

octavo pensamiento inconexo: ¡Lexema, Gramema! ¡CÁLLENSE! ("squeak!"-ratas)

noveno pensamiento inconexo: pobre luciérnaga pendeja. la va a matar el abanico.

no me pude dormir hasta después de las seis cero cuatro de la mañana.

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